Editorial: Tusquets
Otro caso más del inspector de policía Kostal Jaritos, un personaje genial, por su cotidiana normalidad, algo que siempre consigue recordarnos al gran huelebraguetas Pepe Carvalho, el detective creado por Vazquez Montalban, un autor y un personaje que siempre seguirán vivos, y al que tanto le debe el genero policíaco y una ciudad, Barcelona.
Grecia con el agua al cuello, las protestas de sus ciudadanos que no dudan en tomar las calles en señal de desacuerdo por las medidas y recortes que afectan a la gran mayoría, la gente corriente, el pueblo, el vulgo.
Alguien decide tomarse la justicia por su mano y una afilada espada que de un solo tajo separa la cabeza del resto del cuerpo de personajes relacionados con el mundo de la banca.
¡Escalofriante! no por los asesinatos, ¡solo es una novela! Si por la similitud de los hechos y terribles momentos que cruzamos ambas naciones y quizás con los mismos culpables y siempre las mismas víctimas.
El inspector Jaritos, excelente como siempre, resolverá el caso. Pero no la crisis que padecen sus compatriotas y nosotros.
Genial el caso que su autor nos presenta. Un personaje que debería crecer, por la similitud con la gran mayoría de lectores y seres humanos, Adriani la esposa del inspector, una mujer normal, corriente, cotidiana, una persona y un personaje ¡genial!
La disfruté.
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