Una obra maestra de un autor olvidado o casi.
Las tierras áridas de la vieja Castilla en un tiempo incierto.
El personaje: un mendigo ignorante e inocente, falto de una pierna, sólo recuerda una vida de limosnas y miseria y el caminar de un pueblo a otro mostrando su tullida pierna para arrancar una caridad.
Su encuentro con un hombre con una pata de palo le hace descubrir un mundo donde puede ser un "HOMBRE" como los demás.
Decide ahorrar para comprarse su patapalo. Cuando lo consigue tira sus muletas, se siente libre, no más pedir. Quiere trabajar, ser otro más. Conoce otras gentes que poco a poco rompen su inocencia ( ... ¡¡qué personajes !! ... ), pero él todavía cree en los hombres y decide integrarse aún más.
Le falta su tierra, donde vivir y trabajar, la busca, sabe donde está.
Una familia, su familia, como los demás. La encuentra entre los mendigos, una mujer sola con un hijo y un viejo que los acompaña.
Ya no más pedir, ahora todos juntos forman parte de una sociedad y su trabajo dará fruto, primero herramientas después una mula y ... casi la felicidad.
Sus vecinos, el pueblo, se dan cuenta de su progreso y pronto las leyes llaman a su puerta.
La tierra que cultiva no es suya, tiene que comprarla ¿Qué la tierra que todos pisamos tiene dueño?
¡La que sólo produce si la trabajas pertenece a otros... ! Y el sol y la lluvia y el aire ¿tienen dueño? ¿no son de todos?.
Derrotado y amargado regresa a su tierra, su familia, su mujer, su hijo, el abuelo...
Pero ellos también tiene miedo. No quieren perder lo poco que tienen y huyen llevándose su mula, su poco dinero y pertenencias.
Patapalo mira la tierra que no es suya, la familia que huyó que no era suya, y rompe su pata de palo que lo hizo sentirse libre, ser un hombre como los demás. Desde ahora solo mendigará, vivirá de las limosnas de los otros. No quiere pertenecer a esta sociedad.
¡ Será Libre !
Esta novela se publicó en el año 1949 y obtuvo el premio Ciudad de Barcelona.
Y sigue siendo grande.
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