Una película española diferente.
Su director, Marc Recha, nos muestra una Barcelona pocas veces llevada a la pantalla: "Más alla del río" o "Donde la ciudad cambia su nombre".
Sin falso folclore nos traslada hacia la belleza de la fealdad, donde paisajes y personas reales intentan sobrevivir.
El despertar de un adolescente, todavía inocente, en un mundo en el que todo vale. Buenos personajes, excelentes paisajes naturales, pero excesivos silencios ... Quizá el adolescente lo requiera pero en el resto de personajes resulta antinatural y tedioso.
LO MEJOR: todo lo relacionado con el mundo de los pájaros y sus concursos (Colorines), el canódromo, las apuestas y el mundo que lo rodea, el río y sobre todo la vida que gira en torno a él.
Una muy buena idea pero le falta un guión, donde tan buenos personajes hablen y nos muesten más vida.
No siempre el silencio es poesía, pero esperamos impacientes la próxima película de este director.
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