Editorial: Destino
La esperada segunda parte de El guardián invisible, donde Dolores Redondo se muestra como una de los mejores autores del momento.
Un año después Amaia Salazar, continua sus aventuras y desventuras por los paisajes y ciudades que tanto le deben y les debe. Nadie como ella sabe contar y dar vida al valle de Baztán, Elizondo, su rio, sus bosques, su clima, sus costumbres, leyendas y tradiciones.
Yo como lector me sumerjo en ello, gracias a la descriptiva narrativa de su autora.
Un nuevo caso se presenta ante Amaia Salazar y su equipo, violencia machista, suicidios y mutilaciones, huesos que despertarán viejas historias del valle y de su familia.
Un libro que el lector devora, mejor escrito y descrito que en su esplendida primera parte, donde la belleza y originalidad de sus crímenes, superaban con creces la vulgaridad del asesino.
Un libro redondo, como el apellido de su autora, un nombre a tener en cuenta en la próxima historia de la literatura.
¡No se lo pierdan!
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