Los ingleses siempre fueron valientes a la hora de juzgarse a si mismos y su historia, logrando la admiración o la aprobación de su historia y personajes.
Esta vez es Margaret Thatcher y su época.
Pero es Meryl, quien acapara nuestra atención, con su gran interpretación, logrando que casi olvidemos a la persona y sus métodos, y admiremos su forma y método de dar vida al personaje.
Con un cuidado guión resaltando levemente evidentes formas de ejercer el gobierno, y sus consecuencias, pero quizá demasiado centrado en la vejez y decrepitud del personaje, que logran que afloren nuestros sentimientos sobre una etapa del personaje ¡ la vejez!
El espectador sale del cine admirando la labor interpretativa de la gran Meryl Streep, pero no podemos olvidar la vida de cualquier persona y su forma de vivir ni las consecuencias que acarrean en nosotros y a la comunidad a pesar de la vejez o la muerte que conlleva el final de toda vida.
No podemos olvidar, la historia nos lo exige!
Que gran película de Meryl Streep.
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