Cuentos que no son cuentos VI ...

Fue un largo verano caluroso y pesado, las lomas perdieron el poco color verde que siempre lucían, la lluvia siempre escasa, desapareció aquel año, los pocos pozos se secaron, solo la fuente del Garrobillo y la poza de la huerta, manaban agua.

Los hombres bajaban de las minas secos y sin lavar. Tu abuelo y su corro acortaban o alargaban sus charlas y reuniones según el calor del día, sin alegría, como el tiempo, seco. Fue un verano malo. Y yo preñada. Solo al "tío pleitas" se le veía contento, la suya fue una buena cosecha de hacer y vender sombreros de paja, su hija "la pelín" también notó aquellos meses de secano, de aquellas tierras solo brotaban alacranes que buscaban el refugio de las piedras y que ella rastreaba en busca de matojos secos que siempre sabía y podía aprovechar.

- Moza, será macho y te viene con la pascua y será un buen parto, que a ti te se ve muy fresca.- ¡Nos ha jodio! ni que ella estuviera aquella noche en el catre, ya que todo lo sabía.

Paso el calor y el verano y asomó el mejor tiempo del año, las matanzas y la pascua. Y la gente ya más alegre ya, celebrando, ayudando o trabajando en casa de los que pueden, de los que tienen marranos, que siempre son los que tienen más, los de siempre, los "rulas", los de la huerta, los del barranco "perdona", los cortos del Garrobillo y alguno que otro más, que presumen y se lucen del cerdo que pesa más.

Son tiempos de fiesta y cante y siempre tu abuelo y su amigo Martín Sancho "el grande" invitados, con sus gracias y chanzas, su cante y sus trovas que a toda la Cuesta gusta y celebra. Y yo en la casa sola, con Frasquito, mi zagal, y preña, que como bien dejó y acertó "la pelín"al estar las pascuas cerca y con ellas mi parir, pocos meneos yo quería.

Pero como envidia si me daban, en las pascuas, una noche me uní al grupo, con protestas del "corro" y de alguna comadre amiga, que yo ningún caso les hice. Con mi zagal y mi panza, aquella noche canté, comí dulces y alfajores y algún que otro licor bebí y hasta creo que bailé.

Y ya por la madrugada a la casa nos volvimos los cinco, tu abuelo con la mula del ramal y yo encima montada y espatarrada, en cabeza con una lumbre en la mano, y mi Frasquito dormido en su espalda, Martín Sancho "el grande" que en toda la santa noche parecía inquieto y no me quitaba ojo.

Quizá por aquel exceso y cuando todos dormían, el zagal llamó de pronto sin que nadie lo esperara.
Tu abuelo salió a la era en calzones, con el candil en la mano gritando ayuda, "Que mi Anica está pariendo" y cuando volvió a mi lado asustado, tu padre, mi Juan, él solo ya había salido.

Fue el parto más fácil, con dos o tres apretones y ¡Ale! ¡ El zagal me salió solo!

El "corro", tu abuelo, entró asombrado y contento me dijo:
- Anica, Anitica tu parir ni el de las cabras.

Mis comadres y vecinas acudieron tan pronto como pudieron, desgreñadas, medio vestir y clamando al cielo ante mi parto tan fácil, ya calmadas finalizaron mi arreglo.

Cuando llego "la pelín", partera oficial de la Cuesta, me miró como enfadada, cogió al zagal, le dio un repaso, lo limpió, lo puso en mis brazos y felicitó al "corro" y  a mí. " Será bonico este crío" lanzó. Tenía razón, no se parecía a Frasquito. Al rato cundo marchó, no quiso cobrar ¡claro! por lo poco que había hecho.

Tardó días en volver, "estaba enfadada, la jodida". Tu padre no solo nació bonico, tambien chupaba con hambre y con tan solo tres meses daba ya gloria bendita el verlo. La "pelín" siempre tan seca, algo le dio mi zagal, que ahora más visitas nos hacía y siempre con la escusa de sus hierbas y raices. "Dame moza, que se te ve atabala" - y en brazos me lo cogía - " y si te puedo ayudar ...". Pero yo ví en sus ojos un más mirar a mi Juan que a ninguno de los demas.

Por eso me decidí y un dia al final lo solté:

- Mira Josefa, en un domingo de estos tengo que acristianar a mis hijos. Martín Sancho "el grande", es el padrino y como es mozo soltero mecesita una comadre. Si tu quieres ... algunas perras te damos.

- ¡Calla, Anica, calla! para mí es una alegría. Tu lo sabes, yo no creo en esas cosas, pero lo comprendo. Ademas el zagalillo parece que me tomó cariño y estoy para lo que estoy. Por cierto, las sayas de bautismo ¡estas corren de mi cuenta!.

Josefa "la pelín" fue familia para mí.

Aquel domingo la iglesia de la Purisima Concepción, patrona del Garrobillo, lucía de gente y flores como nunca vista fué, las comadres y vecinas comentaban que los ramos y las flores desde Aguilas venían, los "Rulas" los de la huerta pagarón, fue el dia aquel que eligieron para celebrar la boda de su hijo Miguel "Rulas", el segundo de sus hijos, con Francisca, la menor de los Fernandez, conocidos también como "los culoinquieto".

Las cosas son como són, tu padre aquel día con tu madre se cruzó, él en su día de bautizo en los brazos de Josefa "la pelín" junto a Martín Sancho "el grande", tu madre en los zaragueles de su padre Miguel "el Rulas" en el día de su boda con su mujer Francisca Fernandez.

Corría el año 1908, pero el día no me acuerdo, ¡ que más da, si to es verdad!.

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